sábado, 9 de enero de 2016

Wall Street: La calle más poderosa del mundo

Wall Street

Una ciudad de larguísimas y anchísimas avenidas, y sin embargo una pequeña y estrecha calle, que apenas mide 1,6 km de largo entre Broadway y el río East, y que se encuentra rodeada por los enormes rascacielos del distrito financiero de Manhattan. Una tanqueta blindada, rodeada de policías fuertemente armados, avisa de la llegada. Estamos en Wall Street, la calle más poderosa del mundo. 

Para encontrar la explicación a su nombre debemos retroceder a los tiempos del primer “pelotazo” inmobiliario de la historia: la compra en el siglo XVII de la entonces inerte isla de Manhattan por los recién llegados colonos holandeses a los indios nativos por abalorios y baratijas, que entonces no sumaban ni la cantidad de 24 dólares. Los holandeses, sabedores del potencial de su compra y temerosos ante la llegada de los británicos, levantaron en 1653 una empalizada de madera para protegerse de posibles invasiones, ya sea de sus nuevos vecinos ingleses o de los sufridos indios desplazados. La empalizada, evidentemente, no estaba preparada para un ataque a base de cañonazos, y los británicos la derribaron sin gran oposición en 1699, quedando desde entonces su emplazamiento denominado como “Wall Street” o “calle del muro”.
NYSEEl lugar no era más que un sendero sin pavimentar, que comunicaba el centro de la ciudad con la zona porturia, pero fueron precisamente las mercancías que llegaban sin parar al puerto, las que iniciaron el despegue de toda la ciudad. Prácticamente por casualidad, la zona fue testigo de varios de los acontecimientos que marcarían la historia de la naciente nación, como la toma de posesión del primer presidente, George Washington, en el vecino Federal Hall en 1789. Sin grandes instalaciones oficiales, el propio Federal Hall y los edificios vecinos fueron acogiendo a la cada vez mayor masa de funcionarios que necesitaba el país. Era el despegue de Estados Unidos: apenas unas manzanas donde se instaló la flor y nata del nuevo poder americano. Fue el 17 de mayo de 1792 cuando a la sombra de un sicomoro, nació oficialmente la calle: 24 “brokers” acordaron un pacto de precios, con el que garantizaron las mismas comisiones e intereses a sus clientes. Una filosofía de negocio que propició enormes beneficios y un modelo a seguir, que asombrosamente ha durado hasta nuestros días.
En 1817, los nuevos regentes de la zona adoptaron el nombre de “New York Stock & Exchange Board”, nombre que al ser demasiado largo, tuvo que acortarse en 1863 a las siglas “NYSE” (New York Stock Exchange). Su primer centro de negocios fue una pequeña lonja que alquilaron en el número 40 de la calle por 200 dólares mensuales, teniendo que trasladarse a un lugar más amplio en 1865, en el actual edificio que ocupa la esquina con Broad Street.
Su poder ya era imparable y todas las decisiones financieras que afectaban tanto a Estados Unidos como al resto del mundo tenían lugar aquí. El primer “crash” llegó tras la guerra de Secesión americana, cuando la alegría motivada por su finalización se vió súbitamente interrumpida por el colapso del Banco de inversión Jay Cooke, uno de los mayores especuladores de la época. El resultado fue una profunda recesión, tanto en Estados Unidos como en Europa, que tardó seis años en ser superada. Una historia, que aunque suena reciente, ya ocurrió ¡en 1873!

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